Mitos y divinidad
Desde la antigüedad hasta nuestro tiempo, estos fenómenos naturales han fascinado al hombre dando paso a los mitos, acontecimientos bíblicos y el estudio de los científicos.
En el pasado las creencias nos hablan de que si una persona logra llegar al punto donde el arcoíris hace contacto con el suelo, allí se encontrará un tesoro.
En las sagradas escrituras (Génesis cap. 9, ver. 12-14), es un acontecimiento divino después del diluvio donde el arcoíris y los halos o aros coloridos alrededor del sol es considerado un pacto de paz entre Dios y el hombre.
Ciencia
El meteorólogo Francisco Argeñal explica que para la ciencia el arcoíris se forma cuando la luz del sol es dispersada por las gotas de agua en las precipitaciones y es posible verlo si nos encontramos entre el sol y la lluvia.
En las nubes de tormenta llamadas cumulonimbos, que alcanzan considerables alturas en la atmósfera llegando hasta los 35,000 pies, es allí donde las partículas de agua se convierten en cristales de hielo que al anteponerse entre los rayos del sol y nuestra vista, producen un efecto de tonalidades que se mezclan entre sí.
También en las nubes cirrostratos se generan halos o aros con colores inversos al arcoíris alrededor del astro rey.
Otros estudios atmosféricos consultados indican que las nubes son compuestas por moléculas de agua que se adhieren al llamado núcleo de condensación y estos entre más grandes son, con mayor facilidad se unirán las gotitas de agua.
Existen diferentes tipos de nubes, pero en las que se dan estos efectos son en los nubarrones de tormenta que se elevan a grandes alturas en el cielo.
Sus colores
El orden de los colores del arcoíris inicia desde la parte inferior con el color violeta y en la parte superior culmina con el rojo. Este orden se invierte en el arcoíris secundario.
La luminosidad y el ancho de cada banda de color varían, e incluso es posible que se produzcan otras bandas traslapadas a las usuales, de tonos rosados y verdes.
Además, se pueden observar combinaciones de colores en el manto de nubes minutos después de ponerse el sol y con la base oculta debido a la sombra de la tierra. En cuanto a su forma, el arcoíris es en realidad un segmento de círculo, con su parte inferior cortada por el horizonte.
El centro de este círculo se encuentra en un punto exactamente opuesto al sol, es decir desde el punto de vista del observador.
En escasas ocasiones se puede apreciar un doble efecto de arcoíris dobles. Estos efectos también se pueden observar en las partículas que se desprenden de las caídas de agua, más conocidas como cascadas.
Aros o halos de luz
Un arcoíris lunar (también conocido como arcoíris blanco) es aquel que ocurre de noche.
Los arcoíris lunares son relativamente tenues debido a la escasa cantidad de luz que llega desde la luna, principalmente en la fase de Luna llena.
Los arcoíris lunares se encuentran siempre en el lado opuesto del cielo desde donde llega la luz de la luna.
Las mejores condiciones para que se produzca un arcoíris lunar son: en primer lugar que haya un cielo despejado, que esté la luna llena, justo después del crepúsculo vespertino, nocturno o antes del crepúsculo matutino, siempre y cuando existan cirrostratos con cristales de hielo o que se cuente con abundante humedad.
Es difícil distinguir los colores en un arco iris lunar porque la luz es generalmente demasiado débil para excitar los conos receptores de colores del ojo.
Sin embargo, las cámaras fotográficas sí son capaces de captar los distintos colores que revela la luz entre la oscuridad.
La estación invernal nuevamente llegó dándole vida al país y pintando con sus escobillas de centellas de luz en combinación con las gotas de agua los lienzos celestiales que atavían nuestros paisajes campestres, pueblos y ciudades.
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